Días atrás se cumplió un año de la represión avalada por el gobierno de Mariel Fernández que le permitió tomar posesión de la tierra que durante más de una década albergó a la Feria Las Flores. Allí, con financiamiento del Ejecutivo nacional, comenzaron las obras del Parque Nacional Las Flores, una muestra de lo exorbitante que puede ser la modernidad en pleno Conurbano, una pretensión de inclusión – excluyente.
Sin embargo desde hace largos meses, la obra está paralizada porque la adjudicataria, DIPRONOR S.A, se retiró del distrito, información que surge de fuentes políticas y empresariales.
Esta mañana comenzaron trabajos de limpieza por parte del gobierno local. El proyecto no deja de generar premisas e interrogantes, porque su nacimiento yace del conflicto con los vecinos y/o comerciantes, además de ser centro de promesas y campaña política, en un tiempo no muy lejano.
Parte de los feriantes se recolizaron en el Complejo Ferial Las Catonas, pagando un canon bien oficial. Mientras tanto, el ex predio hoy se maquilla el orden pero la pregunta es ¿porque el trabajo lo realizan trabajadores municipales, cooperativistas? O, ¿se llamó de nuevo a licitación y el Parque está en manos de otras empresa?
Los días corren pero la información pública no emerge… aunque en el predio no hay flores, ni feria, ni Parque, pero las máquinas mueven la tierra.
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