Espacio Publicitario

publicidad
publicidad
publicidad

RECONOCER EL PROGRAMA Y SU PLAN –

Por Claudio Giorno (militante y dirigente de Emancipación Sur) –

Mediante la Reforma Previsional  el gobierno Macri ha logrado la aprobación parlamentaria en la Cámara de Diputados de una nueva fórmula de actualización de haberes jubilatorios, y cuyo objetivo es la búsqueda de ahorro del Gasto Público para compensar, total o parcialmente, el incremento de los pagos que el Estado tendrá que efectuar fundamentalmente en el crecimiento de los intereses de la Deuda Pública, la cual se ha incrementado en forma extraordinaria e irresponsable durante los dos últimos años.

La reforma fiscal y la laboral tienen la misma dirección en cuanto a sus objetivos.

El incremento de la desigualdad será otro de los efectos esperados para las expectativas de los negocios de las grandes empresas nacionales y fundamentalmente para la rentabilidad económica del capital privado que se demanda desde afuera.


La pretensión por parte del gobierno en bajar el gasto social tiene relación con los requerimientos de los acreedores de la Deuda en llevar a cabo un Plan de Ajuste como condición para concretar nuevas colocaciones de bonos contra garantía de pago de sus Intereses, que vienen creciendo en forma acelerada y significan el mayor factor de
desequilibrio fiscal y cuasi-fiscal de la Argentina.


Resulta contradictorio que un gobierno de línea liberal que enarbola la bandera de la libertad de mercado y por ende cuestiona como idea el control de precios, pretende ahora regular y bajar las remuneraciones de los jubilados, y esto resulta aberrante cuando la decisión forma parte de un paquete de medidas exigidas por acreedores y banqueros norteamericanos durante el mes de noviembre último para asegurar el pago de los intereses de la deuda externa.


Hoy se profundiza un modelo de dependencia y ajuste, con medidas económicas y sociales muy agravantes y dolorosas para los sectores más necesitados de nuestra patria.
Todos los gobiernos que precedieron al actual ocultaron también la verdadera situación del país y asumieron la deuda sin separar lo legítimo de lo ilegítimo. Firmaron tratados de libre comercio y de “protección a las inversiones”, ejecutaron las políticas de ajuste y
privatización impuestas, y mantuvieron el sometimiento del país a tribunales extranjeros, cediendo la soberanía nacional. El modelo de dependencia ha sido un común de los distintos gobiernos desde la dictadura a la actualidad, con una profundización en la extranjerización y concentración económica.

Las consecuencias para el pueblo son siempre las mismas:  mayor empobrecimiento, falta de recursos para el desarrollo del país, la salud, educación y la necesidad siempre pendiente de privilegiar la deuda interna con los derechos del pueblo y de la naturaleza.

Debemos recordar y por eso la enorme necesidad, por dignidad, patriotismo y responsabilidad con un presente y un futuro de felicidad para nuestro pueblo, que la deuda externa tiene un origen nefasto, y debe ser investigada, la misma ha sido acumulada desde tiempos de la dictadura sobre la base de la represión, el fraude y la complicidad, la nacionalización de las deudas de las grandes empresas privadas, la fuga de capitales y la desaparición de personas.
Qué motivos perversos hay para que gobiernos, Poder legislativo y  Poder Judicial hayan omitido desde la vuelta de la democracia para acá, impulsar acciones para la investigación de una deuda fraudulenta ilegal e impagable.

Luego de las elecciones el gobierno decidió ir por todo, con medidas que apuntan a un sistema que se apoye en el ajuste permanente que reflejan claramente la intención de incrementos, aún más, en los niveles de endeudamiento, mayor desigualdad y desempleo que impactará por ejemplo en reducción de los costos laborales.  Pero al mismo tiempo se refleja también que una parte importante de la ciudadanía no sólo tiene memoria, sino que está decidida a no aceptar mayores niveles de atropello, precarización y saqueo.
El gobierno sobrestimó su propia fuerza y subestimó la resistencia popular.  Bien decía estos días Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, que «frente a la provocación, hay resistencia. Frente a la indiferencia, hay resistencia. Estamos comprobando que este pueblo no es el mismo que hace cuarenta años. Este pueblo no quiere más avasallamiento de sus derechos, y sale a la calle. Queremos una democracia real, sana, una democracia con justicia social como querían nuestros hijos y nuestras hijas. Luchaban por esta democracia con justicia social, y hoy este pueblo quiere que se realicen esos sueños, esas utopías, y que en la Argentina haya justicia social».


La resistencia popular solamente no alcanza para frenar la profundización de mayor endeudamiento, saqueo, desigualdad y ajuste; es necesario sin subestimar a éste poder político que hoy gobierna, el compromiso y la organización para construir un proyecto donde el amor a la patria, a nosotros como pueblo, la defensa de la tierra y de los bienes naturales comunes, la educación y salud para todos, sean el sentido y la motivación de millones, para vivir con dignidad y felicidad un país nuestro, un barrio nuestro, de todos y todas. Porque es posible, porque tiene que ser posible.