Agencia ANDAR.- LA CPM PRESENTÓ UN HABEAS CORPUS Y DENUNCIA PENAL.- Alejandro Bautista Arnal de 19 años fue detenido en la madrugada del martes pasado por personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y trasladado a la comisaría 11ª de Mar del Plata. Desde entonces el joven está desaparecido. Según actuaciones judiciales conocidas anoche, la fiscalía ordenó liberarlo la misma mañana del martes, pero a su padre le brindaron versiones policiales contradictorias. La Comisión Provincial por la Memoria, en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, presentó un habeas corpus preventivo ante el Juzgado de Garantías N° 6 y pidió apartar a la fuerza de las actuaciones investigativas. También formuló una denuncia penal y administrativa. Alejandro había denunciado penalmente en dos oportunidades al mismo agente policial por agresiones y amenazas.
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia Andar) En la madrugada del martes, Alejandro Bautista Arnal fue detenido y trasladado a la comisaría 11ª de Mar del Plata; desde entonces, nadie más lo vio ni volvió a saber nada de él. Funcionarios policiales le dijeron a su familia que lo habían dejado en libertad ese mismo día, pero el joven de 19 años no volvió a la casa de su padre, donde vive, ni a la casa de su madre.
En las últimas horas de ayer, luego de ponerse en contacto con la familia del joven de 19 años, la Comisión Provincial por la Memoria, en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, presentó vía WhatsApp un habeas corpus preventivo a favor de Alejandro ante el Juzgado de Garantías N° 6 de Mar del Plata –de turno–, a cargo de Lucrecia Bustos.
La falta de intervención de las autoridades judiciales tras ser detenido en flagrancia y las distintas versiones que le dieron a su padre desde la dependencia rodean de irregularidades la detención de Alejandro y, luego de tres días de no saber nada de él, encienden las alarmas sobre la participación de la Policía bonaerense en el hecho.
Según la versión policial, el martes a la madrugada, Alejandro fue detenido cuando intentaba escalar al techo de una casa del barrio de Belgrano y trasladado a la comisaría 11ª. Esa misma mañana, su padre se dirigió a la dependencia donde le informaron que lo habían llevado a la fiscalía para notificarlo de la formación de la causa por robo; al mediodía, el padre volvió a la comisaría y le dijeron que su hijo todavía no había regresado.
Dos horas más tarde, volvió a preguntar y desde la comisaría le informaron que Alejandro quedaba detenido y lo trasladaban a la Unidad 44 de Batán. Ese mismo día, el padre llamó a la cárcel, pero desde el Servicio Penitenciario Bonaerense le dijeron que no había ingresado al penal.
Sin tener noticias de su hijo durante todo ese martes, el padre volvió el miércoles a la comisaría 11ª y, esta vez, contrariamente a todo lo que le dijeron el día anterior, le informaron que Alejandro había sido liberado ese miércoles a las 6 de la mañana. El acta policial, a la que accedió su padre recién ayer y a instancias de la defensa pública, dejaba constancia de su liberación el día martes a las 8.00 horas.
Cuando la familia se comunicó con la fiscalía de flagrancia, que tendría que haber intervenido tras la aprehensión del joven, le dijeron que no tenían ninguna información sobre Alejandro; en cambio, le indicaron que inicie una causa por averiguación de paradero en la misma comisaría donde había estado detenido.
Ante esta situación, el padre del joven fue a la sede de la Defensoría Oficial en donde le escribieron un habeas corpus que él firmó y dejó para ser presentado en ese momento, pero no lo hicieron.
La CPM denunció todos estos hechos en el habeas corpus presentado ante la jueza Bustos y reclamó que se aparte a la Policía bonaerense de cualquier diligencia relacionada con las actuaciones por el habeas. También denunció el hecho ante la fiscalía general y la Auditoria de Asuntos Internos.
Tras varios días sin saber nada de Alejandro y con la certeza de que fue visto por última vez en la comisaría 11ª de Mar del Plata, hay otro elemento que genera aún más preocupación en este contexto: el joven había denunciado penalmente en dos oportunidades a un efectivo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que, durante detenciones previas, lo había golpeado y amenazado.
Alejandro tiene 19 años, nunca salió de la ciudad y nunca antes se había ausentado sin avisar. Sin embargo, desde el martes no volvió a la casa ni se contactó con nadie.
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