Justicia corrupta y mero rito en la Argentina de hoy

En algunos párrafos del capítulo 38 del Tao Te Ching, Lao Tsé dice:

La virtud superior no actúa ni tiene objetivos que alcanzar.

La virtud inferior actúa y tiene objetivos que alcanzar.

La bondad superior actúa y no tiene objetivos.

La justicia superior actúa y tiene objetivos.

El rito superior actúa y, si no halla respuesta, la fuerza.

Así, perdido el Tao, queda la virtud.

Perdida la virtud, queda la bondad.

Perdida la bondad, queda la justicia.

Perdida la justicia, queda el rito.

El rito es sólo apariencia de fidelidad

y origen de todo desorden.

Lao Tsé vivió en China, aproximadamente entre el Siglo V y VI antes de Cristo. Esto nos permite afirmar, sin temor a equivocarnos, que el viejo sabio no era, ni argentino, ni kirchnerista.

Sin embargo, ya por entonces advertía cuáles son los riesgos del extravío de la justicia, de su conversión en mera fachada, la pérdida de la virtud y la arbitrariedad con que el mero ritual disfrazado de justicia, puede forzar las respuestas cuando no las encuentra o no satisfacen sus antojos.

Bienvenidos a la era del rito superior que se hace llamar justicia suprema. Nuestro orden constitucional establece un procedimiento específico para la designación de los jueces y, en particular, los integrantes de la Corte pero en nuestro país fueron designados por Decreto y el Congreso -en su momento- convalidó eso casi con total normalidad (excepto unas pocas y dignas excepciones). También es justo decir que, carentes de toda virtud, los cortesanos aceptaron ser designados de esa forma y entrar a la Corte por el subsuelo de los procedimientos.

Cabe preguntarse y sobre todo responderse, qué “independencia” puede esperarse de los cortesanos respecto de su designador a decreto y los resultados ya los fue mostrando la historia más reciente. Ni un solo dato cierto, investigado o procesado de la deuda a 100 años que nos dejaron y de la plata que se fugaron.

Qué tiene que ver esto con la vida cotidiana de la gente? Pues bien, pagaremos durante muchos años un préstamo astronómico que no mejoró la calidad de vida de nadie ni en un solo centavo y no la mejorará sustancialmente durante el tiempo que tengamos que seguir pagando.

“Renunciaron” a la Procuradora General de la Nación con extorsiones y amenazas pero eso no significó ningún escándalo nacional que la repusiera en su cargo, por lo cual pusieron al Procurador que se les dio la gana, también a dedo, quien dicho sea de paso, gustoso se dejó poner… Otra vez, qué podemos esperar que dictamine quien llegó a donde está de tan vergonzosa manera?, podemos esperar independencia o podemos esperar que dictamine en favor de los mismos intereses representados por quienes lo “eligieron”?

Desactivaron el Consejo de la Magistratura para que nadie los juzgue, lo enchastraron con artilugios para dejarlo inactivo y garantizar la impunidad de quienes dictan fallos a medida, anteriores al proceso y a la prueba, fallos que nacieron firmados.

Qué tiene que ver esto con la vida cotidiana de las personas? El show de las cautelares a medida nunca beneficia a los pobres, sino a los sectores más concentrados de la economía, les permite aumentar tarifas, importar y exportar lo que se les da la gana, pagar menos impuestos o eximirse, no ser regulados como servicios esenciales, obtener dólares a precio preferencial… qué tal eh?,

Hay jueces que fueron abogados de las empresas que hoy se benefician de sus fallos que perjudican a millones de personas…, justicia independiente?

Baste saber que 500 grupos empresarios se pronunciaron en defensa de esa Corte y en contra del juicio político que se lleva adelante… nada difícil suponer cómo fallarán los jueces si alguna vez les toca intervenir en alguna causa donde estén involucrados esos grupos. Ejemplos, sobran. Qué fallarán los dos jueces puestos a dedo cuando les toque juzgar al mentor ideológico de esas designaciones, hoy “prófugo” en Uruguay y a la vista de quien quiera verlo pero no encontrarlo?.

La única política que se opuso a esos desmanejos hoy está proscripta, la sacaron de la carrera presidencial con un fallo escandaloso, en base a “pruebas” donde nadie la pudo involucrar y cuyos fundamentos del fallo fueron diferidos para marzo, porque evidentemente, tenían escrita y firmada la sentencia, pero los fundamentos se les complica…

Ahora, el rito impúdico, inmundo, se pasea desnudo delante de nuestras narices, huele a podredumbre judicial y nos muestra que no venían por Ella, vienen por nuestros derechos… Ella, es el obstáculo.

Queda en nosotros y en nuestras dirigencias, generar el volumen político necesario para que no sea sólo ella el obstáculo, sino todxs nosotros la barrera de contención que les impida despojarnos de nuestros derechos.