Fue el 27 de agosto de 1959, siendo intendente el doctor Carlos Tito Odeón, cuando la municipalidad otorgó a José Páez, titular de la empresa de colectivos La Victoria la concesión de un recorrido por el termino de diez años hasta el barrio Cortejarena, en La Reja. En verdad, el ingreso de colectivos al entonces apartado barrio uniéndolo con el centro de Moreno, una verdadera conquista para sus vecinos, fue un logro de la muy activa sociedad de fomento del lugar.
No tardó la empresa en extender su recorrido al aún más distante y aislado barrio La Reja Grande.
Identificada como línea N° 2, las unidades de La Victoria eran de color amarillo con una franja negra en sus costados, una de ellas fue bautizada popularmente «la pajarera», que todavía memoriosos vecinos recuerdan.
Era un vehículo de origen norteamericano, de los años ’40, -del que no se conservan fotos- importado por la Corporación del Transporte, el repudiado monopolio inglés que dominaba el transporte de pasajeros.
Contaba con una carrocería de aluminio, montada sobre un chasis marca Chevrolet, con 20 asientos, ventanillas y parabrisas cuadrados, que no presentaba el aspecto estético del colectivo nacional. En las ventanillas poseía dos o tres líneas de rejas horizontales, para evitar que los pasajeros sacaran sus extremidades, lo que le brindaba un aspecto de jaula o pajarera, su conductor era de apellido Maidana, correntino para más datos.
En 1966, con acuerdo del Concejo Deliberante, La Victoria vendió sus recorridos a La Perlita.
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