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EN EL SUR DEL DISTRITO EL TRABAJO PASTORAL –

Las ollas seguirán cuando no haya fases y la crisis revele las consecuencias previsibles. Más de cien días de alteración de lo normal. El Padre Leonardo Silio termina el trabajo del día lunes 6 de julio. Toma un receso para entregar testimonio de lo aprendido: «Como todos, ha sido una experiencia nueva, sobre todo a aquellas personas como nosotros que desde Cáritas en la parroquia San Martín de Porres ya veníamos acompañando a muchas familias desde otro lugar, otra realidad. Hoy nos toca más de cerca con este aislamiento sin poder salir de las casas, sin ir trabajar. Todo esto en mi resumen ha despertado una gran ola de solidaridad, realmente me sorprende muchísimo en este tiempo y en estos días, las historias de personas que se han ido acercando a cada una de nuestras comunidades. Nosotros estamos teniendo 11 puntos de distribución en todo Moreno, donde entregamos comida semanalmente, a veces dos o tres veces por semana, en algunas toda la semana, tenemos un contacto directo con nuestros vecinos/as de Moreno Sur y verdaderamente uno se sorprende que aún en los más humildes con lo poquito que tienen en sus casas y demás, siempre están las ganas de poner a disposición para aquellos hermanos que tal vez tienen menos, eso es para mí, en mi entender, lo que ha dado la posibilidad de sostener ininterrumpidamente desde la parroquia estos 100 días de acompañamiento, servicio en lo alimentario en cada uno de estos puntos de distribución. Por otro lado está el gran voluntariado que se generó con todo esto, en la parroquia tenemos más de 100 voluntarios que están codo a codo, día a día, trabajando con la gente de los barrios, con los vecinos, escuchando historias, necesidades, a algunas podemos dar respuesta, en otras simplemente o por mucho con un gran corazón y pasión escucharlos y abrazarlos en el dolor que genera toda esta situación. Ese es un gran trabajo que hacemos desde Cáritas Parroquial con todos nuestros voluntarios. Es lo que ha dado lugar a estos 100 días de poder continuar a pesar de que a veces la fuerza se debilita, a veces uno tiene un poco más o menos de ganas, mejor o peor humor, pero lo normal de cualquier ser humano de estar todos los días trabajando por el bien de nuestro pueblo y de la gente de Moreno Sur».

AUDIO 1

¿Tiene en claro qué revela esta crisis sanitaria y social?

Nos sacó de muchos lugares de confort donde estábamos mirando nuestro propio ombligo, esta pandemia nos ha dejado (una enseñanza genial) que es no mirar solo por nosotros mismos sino mirar un poco más al costado, me parece que esa es la gran esperanza que uno tiene. Seguramente nuestros barrios, comunidades y capillas no van a seguir igual, hoy es un tiempo de salir a preguntar por el de al lado, porque por ahí necesitaba algo o quedó aislado porque tuvo contacto estrecho y alguien tuvo que ir a hacerle las compras, comprar un remedio, comprar un kilo de carne o papas y eso nos ha dejado una gran enseñanza. Esa enseñanza que nos deja justamente es de saber que no estamos solos, que estamos siempre en compañía con los otros y con los otros vamos creciendo y siendo mejores personas, eso es para mí lo que nos va a dejar la pandemia o por lo menos es mi deseo, lo veremos cuando verdaderamente finalice y volvamos a encontrarnos desde otro lugar.

AUDIO 2

Esta crisis, con el derrumbe económico, empuja hacia abajo a familias enteras que tenían su propio esquema de trabajo y subsistencia

Hoy las ollas no son de la clase baja o más humilde, hoy van todos efectivamente porque en esta pandemia como lo hemos dicho muchas veces es un barco en el que estamos todos, no hace distinción de clase sociales, razas o religión. Hoy en nuestras ollas se pone alguien de clase media, alguien de los más humildes de nuestro barrio, cualquiera va a la fila de la olla porque la necesidad a medida que pasa el tiempo va acrecentándose. Estamos convencidos de que las ollas van a continuar después de la pandemia y una vez que finalice el aislamiento, sabemos que es así y para eso nos vamos preparando con nuestros equipos y cada uno de nosotros. A veces digo que termine el aislamiento pero para nosotros es anecdótico porque va a continuar de la misma forma por un tiempo, hoy estamos cuidando la vida y eso es importante, luego hay que esperar que se recupere la economía y cada uno de aquellos espacios que quedaron más afectados por la cuarentena.

AUDIO 3

Está la necesidad material puesta en la mesa, en las ollas, en bolsones, ¿dónde se registra el impacto psicológico?

Me sorprende, o en lo cotidiano uno a veces no le llama la atención en la rutina diaria de celebrar misas o bautismos la importancia que es en la gente la fe. No hay una vez en alguna de nuestras ollas, en una de nuestras filas, que no haya alguien que pregunte “Padre cuando viene a celebrar una misa porque necesitamos a Jesús, necesitamos fortaleza y consuelo, poder entrar y tocar esa imagen”, eso es el signo de lo que usted dice, cuanta necesidad además de alimentar nuestro estómago, de alimentar nuestro espíritu, nuestra psiquis, encontrar un consuelo o fortaleza en esa dimensión espiritual que tenemos todos los seres humanos. Necesitamos de ese Dios para volver a ponernos de pie, para seguir caminando y volver a la vida cotidiana, hay personas que hace 100 días están encerradas en sus casas y cuando salgan a las calles van a tener miedo a pesar de que no haya tanto riesgo con el virus. Esas personas habrá que acompañarlas mucho, abrazarlas y sostenerlas para que puedan volver a una rutina cotidiana que los haga volver a una vida “normal”

AUDIO 4