POR LOS PIBES, POR LA HISTORIA –
Lomas Verdes, Trujui. Los árboles están de pie, tienen en sus raíces lo que asciende como sabia y alimenta los brazos que se abren en una copa casi perfecta. Cae la tarde de viernes y van llegando las /os que tienen memoria, los que respiran épocas donde el amor sembró una cosecha que resurge en la semilla familiar, sus dos hijas y su compañero de vida. Mabel Salvatierra, la Asociación por los Pibes, reabre sus puertas porque ya no hay tiempo para olvidos. Débora Galán, Mónica Coali, Gustavo Casal, Damián Contreras, representantes de una agrupación peronista que es Frente Renovador, respiran profundo porque la palabra dominante es amor, también entrega desprendida, solidaridad. Es el reinicio de un trabajo profundo, de ollas en los años 80, merendero, comedor, albergue a mujeres violentados, apoyo escolar y otros etcéteras.

Débora Galán expone las sensaciones que empujan y abrigan, la mácula de Mabel Salvatierra: «Esa huella caló hondo en las personas que pudimos ver la obra en vida de Mabel, todo lo que ella representaba y ayudaba. Cuando la perdimos tuvimos varios momentos con la familia donde charlamos de reabrir, a veces son tiempos y momentos que hay que respetar y este año se dio. A pesar de la pandemia pudimos organizarnos, charlar y planificar, progresivamente fuimos viendo por dónde ir, el momento llegó y pudimos hacer la reapertura».
Tu madre habló con el corazón porque el vínculo con Mabel era corazón puro, hoy tiempos de feminismo, hace 40 años atrás era una leona en el sentido de protección porque iba a la escuela en representación de los niños, abrazaba a mujeres golpeadas. No sé si se la conoce tanto a Mabel Salvatierra, estaría bueno decir que desde un territorio como Trujui en Moreno, bien en el fondo se hacía esto, y la respuesta es lo que ustedes están brindando hoy.

Mabel le ponía el cuerpo y el corazón, quien no la conocía en lo cotidiano claramente no podía percibir la dimensión de su trabajo, mi vieja ha traído mujeres a cualquier hora y Mabel a cualquier hora recibía a estas personas vulnerables, en una situación… a veces sin ropa, sin nada, Mabel compraba hasta las toallitas. Hoy está tan en tema la gestión menstrual, uno de los grandes problemas que tenía Mabel era que el Estado no le proveía los elementos de limpieza, shampoo, crema enjuague, las toallitas, porque las mujeres nos bañamos, menstruamos, los chicos necesitan pañales… esas cosas pequeñas que representan plata y presupuesto, Mabel muchas veces lo ponía de su bolsillo porque al ser una asociación civil tenia algunos convenios con el Estado pero nada alcanza cuando hay tanta necesidad y tanta demanda de albergar personas en situación de vulnerabilidad. Ella no se quejaba, le ponía el cuerpo, el pecho y era creativa a la hora de resolver los problemas que se les presentaban a diario.
Compañera de territorio, Susana Ponce, recuerda, revive el legado: «Una historia de militancia social como tenía Mabel con sus hijas, su familia. Empezó en el ’89 con una olla popular, mucho antes empezó a trabajar con la militancia, con los compañeros, con los niños que necesitaban. No tenía problema en amasar pan con el esposo y entregarle a los que querían y necesitaban, una mujer con una trayectoria política y social muy grande, es un gran honor que hoy se abra este hogar. Va a empezar a ser pronto un hogar, un lugar donde se albergó a muchas mujeres golpeadas, a muchos niños sin padres y madres, de todo Moreno no solo de Trujui. Es importante que estemos acá presentes para rendir homenaje a Mabel y todo su proyecto».
Gustavo Casal tuvo a su cargo el discurso de bienvenida y reapertura. Por conocer y sentir, manifiesta: «Es una mezcla de sensaciones y sentimientos que generan en mí el potenciar un laburo comunitario, territorial que es lo que apuntamos con este proyecto de reapertura por los pibes de Mabel Salvatierra, desde un lugar muy significativo como Trujui. Un lugar donde he crecido, me he desarrollado y he participado de muchas organizaciones en pos de ayudar al prójimo, esa es la idea. Cuando nos propusimos y nos pusimos a disposición de poder reabrir este lugar era el ponerle mucho amor, mucho sentimiento y mística a través de los valores que uno fue adquiriendo a lo largo de su vida».
En este tiempo se necesita mucho amor y menos especulación y Mabel fue puro amor por todo lo que dicen ustedes y por testimonios de las hijas, era amor. Sin ser ingenuos es tiempo de entrega y no de especular, creo que hoy está bien plasmado en este acto donde hay amor que convoca.
Me parece que ese sentimiento tan importante en estos tiempos de pandemia y vemos tan efímero tantas cosas, la entrega desinteresada es la que nos entrega a ponernos a laburar con este nuevo proyecto.
¿Nos humanizó en parte?
Te vuelvo a repetir, siempre hablamos con María que es la hija de Mabel Salvatierra y desde la experiencia me ha contado que se han acercado muchísimas personas a intentar con intereses personales hacerse cargo de esto y en momentos coyunturales. Nosotros nos acercamos desde una militancia social y en un momento donde creemos que poner en práctica el amor por el prójimo y un laburo desinteresado es lo que nos tiene que primar como faro.
Al momento de intervenir, convocado a dejar mensajes, Damián Contreras pidió mirar que el punto presente conduce a pensar lo que había en Moreno 30 o 40 años atrás. Y en ese ensayo respirar que la militancia se mofaba de las grietas, propias y ajenas: «Respetando la militancia de cada una de las personas y respetando los orígenes de cada militante. Hace varios años el militar en diferentes agrupaciones no era un problema para relacionarte en el barrio o en la actividad que desarrollabás en alguna institución, era reconocerte como militante. Creo que el peronismo tiene la tarea de reconstruir ese vínculo y formación para romper con la grieta, terminar con el agrietamiento que genera permanentemente el poder de la política para definir conducciones de forma autoritaria. Hay que volver a un estado de horizontalidad de la política donde todos nos podamos reconocer como compañeros, militantes, donde sepamos que primero es la comunidad organizada, nadie se realiza por sí solo. Es una tarea que el peronismo y la dirigencia tiene que llevar adelante para poder compartir en cada localidad y barrio el cómo sacamos cada uno los problemas que aquejan a cada zona juntos. Creo que es el desafío que tenemos hoy los que nos toca tener la responsabilidad de conducir alguna agrupación, espacio político, social, entender que no competimos, no venimos a competir sino a sumar por un pueblo feliz, organizado, esa debería ser la consigna».
El cierre de esta simple nota, cobertura de la casa que se abre Por Los Pibes, pertenece a Paola, una de las hijas de Mabel: «Mi madre era amor, demasiado amor para todos, sean grandes, chicos, joven, no era lástima sino ponerse en el lugar de ellos y decir porque sufrían, porque tenían esto o aquello, no tenía gente que no fuera a querer, viejo o joven, bebés aún más».
Estas puertas se abren ¿qué marca dejó tu madre desde el amor, la entrega desinteresada que debe seguir su curso?
Ayudar a quien sea, no fijarse si tiene o no, eso nos dejó, el respeto, ella siempre decía “con respeto y sin prepotencia vas a todos lados”, siempre nos decía que así podías conseguir lo que vos querés. Por ahí le decían que no y ella se iba, no jodía a nadie, si le daban bien y si no se iba, no jodía a nadie, si nos tenía que sacar no de mala manera algo que nosotros teníamos y el otro no nos decía “el otro no tiene, ¿se lo puedo dar?” – “si es lo que a vos te hace feliz dáselo” le decía yo.
¿Qué es lo que recordás de este lugar? Esto arrancó hace muchos años
Si, fueron muchos años, mucho esfuerzo.
¿En el ’89?
Empezó con la olla, no me acuerdo bien cuando, acá era algo muy chiquito y ella empezó a agrandar, ella hizo dos piecitas y con Nación hizo semejante cosa, Nación le ayudó con todo esto, me acuerdo que venía la gente y le hicieron el hogar, las habitaciones, creo que fue lo más que pudo hacer ella. Muchos le cerraron la puerta, muchos no se dejaban llevar por lo que ella hacía pero ella estaba tranquila, decía “yo no le robo a nadie, no hago nada, hago lo que puedo y quiero, no necesito nada de nadie”.
¿Qué te hacia feliz a vos y que la hacía feliz a tu mamá?
A ella le hacía feliz ayudar a la gente, mucho ayudaba, a nosotros no nos abandonaba pero nos quería arrastrar pero a mí no me gustaba. Nunca me llevó a ninguna movilización, de hecho jamás fue, si iba no sé bien porque lo hacía, era muy raro que se fuera algún lado, ella consiguió sola y con Nación que la ayudó a tener esto que hizo.
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