A DOS MESES DE LAS MUERTES DE SANDRA Y RUBÉN –
Pasaron 60 días de las muertes de Rubén Rodríguez y Sandra Calamano, ocurridas en la Escuela N° 49, y hay una conclusión irrefutable: falta mucho para las escuelas sean seguras y dignas. Las pérdidas fatales pusieron en agenda local el deterioro de la infraestructura que alberga a trabajadores docentes y alumnos, de todas las modalidades y niveles. Fueron las calles el lugar asignado para expresar el dolor, la rabia, el descontento y el repudio a las políticas de María Eugenia Vidal. Desde el estricto punto de vista penal, la fiscalía N° 8 que conduce el Dra. Urrutia, la encargada de investigar las causas de la explosión en la fatídica mañana del 2 de agosto, no tiene detenidos pero cuenta con dos procesados con diferentes carátulas: el gasista Ricobene y el ex interventor del Consejo Escolar Sebastián Nasif. Hasta el momento no se informó los “resultados de las innumerables pericias realizadas en la escuela» que, por trascendidos oficiales, estaría a punto de recibir el certificado de habilitación.
Desde los niveles más altos del gobierno provincial y municipal se trabaja “coordinadamente” para reabrir aquellos servicios que den seguridad, decisión que recae en la “comunidad educativa”. A dos meses de la desaparición física de Sandra y Rubén, la propuesta y oferta gubernamental quedó plasmada en los ejes de “seguridad”, entiéndase, gas (incluso cortado con plan de obra a partir del mes de diciembre), electricidad (el compromiso gubernamental hace foco mayormente en este punto), agua potable y algo de mampostería y techos. Esta es la plataforma que conocen todos los integrantes del mentado Comité de Crisis, que tendrá la tercera reunión en el edificio del Consejo Escolar que sigue intervenido por orden de la gobernadora Vidal. A este escenario debe agregarse el “compromiso del intendente Festa de trabajar coordinadamente la unidad entre directoras autoconvocadas y comisarios del distrito” en torno a la “prevención”.
Diego Rodríguez, hermano de Rubén, habló con Desalambrar minutos antes del acto que se realizó en la Escuela N° 49 (descubrimiento de una escultura): “Estos dos meses fueron muy duros para la familia porque aún no pudimos hacer el duelo. Durante todo este tiempo estuvimos en la calle, recorriendo escuelas, tratando de visibilizar la realidad de todos los colegios de Moreno, pero hoy, a dos meses de lo que pasó en la 49 no podemos decir que esto está solucionado. Falta muchos por hacer y aún no hay responsables”.
Sobre la causa penal, ¿qué información han recibido de la fiscalía?
Hasta ahora nada, sólo lo que es de conocimiento público. Sé que todo está en investigación, pero eso lo están manejando los abogados.
Dijiste que la familia no pudo hacer el duelo. Podés hablar de las noches, cuando terminaron las actividades en la calle
Cuando llego a casa, con toda la cuestión de recorrer escuelas y visibilizar todo lo que hacen los docentes y auxiliares, me permite ver cómo estábamos trabajando. A veces nosotros naturalizamos las cosas y nos acostumbramos a trabajar de esta manera y no vemos o no queremos ver la realidad que tenemos.
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Esa naturalización explica los parches que sistemáticamente se aplicaron en los edificios escolares, medida que corresponde al Poder Ejecutivo provincial. ¿Hay fuerza para decir NO a los parches?
Es que a veces trabajamos de esta manera sin darnos cuenta que las cosas están mal y lo atamos con alambre porque queremos que las escuelas estén abiertas para los chicos. A dos meses de lo que pasó ninguna escuela de Moreno está en condiciones de dignas para poder abrir las puertas.
¿Cómo ves la participación y protagonismo de madres y padres?
Me parece que es un punto muy importante porque toma las riendas de este conflicto. Son ellos los que tienen que velar para que sus hijos tengan las condiciones dignas en las escuelas.
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