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TRABAJADORA, MUJER, CONVENCIDA Y DECIDIDA –

Trabaja en la Unidad Sanitaria de Mariló. Entiende los efectos y causas de las dolencias, las consecuencias irreversibles, lo frágil del sistema y la pelea diaria. María Paula sale de su lugar de trabajo y no deja allí lo que mínimamente debe ser un contrato entre pares, de cuidado individual y colectivo. Precisamente en una unidad de la empresa La Perlita y durante dos jornadas consecutivas se produce la misma escena, los mismos actores, el mismo maltrato y violencia. Ella, en primera persona sabe como contarlo: «El lunes a las 12:15 aproximadamente en la puerta de la sala de Mariló donde trabajo subo al 501 de La Perlita interno 266. Hasta ahí vamos bien, le presento el pase de libre circulación, tengo mi identificación como trabajadora de la Secretaría de Salud, empleada Municipal, por lo tanto siento una responsabilidad, a unas cuadras de ahí en Cartell y Magallanes, sube un señor por la puerta de adelante sin tapabocas quebrantando la ley de usarlo obligatoriamente y del distanciamiento obligatorio ya que se apoya a hablar con el chofer. Pasajeros que me conocen por mi trabajo en el área de Salud me solicitan que por favor le pida al señor que se coloque el tapabocas y mantenga la distancia social con el chofer, con todo respeto me acerco y le digo “mira como agente de salud del Municipio de Moreno y como ciudadana te tengo que solicitar por favor que te coloques el tapabocas y mantengas la distancia con el chofer”, se me ríe y me da vuelta la cara. Le digo al chofer “por favor, solicítale que se ponga el tapabocas” y el chofer me dice “yo no tengo nada que ver señora, hable con él”, ahí se termina la conversación del día lunes. Me siento y al ratito bajo, entre tanto los pasajeros seguían incriminándole al señor lo que no había cumplido».

¿Seguía sin el tapaboca y el chofer tampoco le decía que haga lo que corresponde? ¿Seguía igual?

Claro, el chofer tenía su tapaboca pero no le solicitó al pasajero que él subió, que no sabemos si es un chofer o un amigo, no le sugirió que lo hiciera. En el día de ayer (el martes) a la misma hora sucede lo mismo pero con una diferencia: sube este señor y por una cuestión de conciencia social más que por mi trabajo, porque tenemos muchos compañeros enfermeros que están en terapia intensiva, médicos que están pasándola muy mal, compañeros que participan del Detectar que hoy están contagiados también, vecinos que están enfermos uno toma conciencia social de que esto no puede pasar, que si no nos cuidamos entre todos estamos en el horno. Me acerco al señor le digo otra vez “hola, que tal, ayer te pedí, no me hiciste caso, otra vez te tengo que solicitar que te pongas por favor el tapabocas, que mantengas la distancia social para cuidarte a vos, al señor chofer y a los pasajeros”, ahí me empezó a insultar haciendo referencia a mi estado físico y denigrándome como mujer.

AUDIO 1

¿Fue un ataque violento y el chofer tampoco hizo nada?

No reaccionÓ, en el día de hoy vuelvo a tomar el colectivo y le solicito al chofer con todo respeto, la verdad es que se lo pedí así, subí presentándole mi credencial, le pregunté si se acordaba de mí, (que ayer me agredió una persona que Él subió), le pregunto si él puede decirme quien es. Me dice que no sabe, “averígualo vos que sos vecina” me dijo, “¿es un chofer?” primero dudaba, no sabía que contestarme y después me dice “si es chofer”, le pregunto si es de La Perlita y me dice “no, de otra línea”. No se estaba haciendo cargo de la persona que él había subido, le explico que había quebrantado una ley nacional obligatoria, no es nada, no es “hoy porque quiero ando sin tapabocas por la calle y no pasa nada”, en segundo lugar le explico que él es un chofer de transporte público y que así como yo tengo que dar el ejemplo él también debería, me responde “yo no tengo nada que ver, a mí no me digas nada, decíselo al tipo”– “Vos lo subiste, pero lo único que te pido es saber quién es la persona que subió, si era o no chofer”. Quedó ahí el tema, descendí y sigo esperando una respuesta para empezar a tomar las medidas que correspondan.

¿Las medidas que corresponden es presentarte en la Comisaria de la Mujer por el hecho de violencia a la que fuiste sometida?

Sí, porque inclusive porque esto es entre comillas, no sé si es aparte, pensando en que el colectivo estaba lleno de mujeres que asentían con la cabeza y se horrorizaban pero ninguna actuaba y entiendo que ante la violencia las mujeres hoy todavía no reaccionan porque a cada una le impacta de una manera diferente, pensando en lo que está sucediendo y con el último caso que tuvimos en Moreno creo que es tiempo de que las mujeres empecemos a decir “basta” en todos los ámbitos, en el laboral, en la calle. Me parece que es el momento porque no es solamente violencia una cachetada, porque las palabras a veces duelen mucho más, este hombre no sabe en qué situación física, psicológica o lo que sea estoy transitando. Seguramente si él a mí me ha maltratado verbalmente de esa manera si tiene mujer algo está pasando también.