ABUSADOR EN LIBERTAD –
Una niña hace sonar el instrumento de parches y platillos que se expanden por la Plaza San Martín. Es la hora pico vespertina, de pasos presurosos que buscan el hacinamiento del transporte. A esa rapidez inevitable la cruza la voz de una mujer que transmite por el megáfono que “los abusadores y violadores caerán”. Los “pocos” en la plaza interpelan a los “muchos” que miran y perciben de reojo como se resquebraja el silencio, miedos y complicidades.
A metros de la calle Libertador, en el sendero peatonal de la San Martín, Alejandra marca presencia. Es madre de una niña abusada por Joel Maximiliano Mansilla: “Yo soy la mamá de Paloma que fue abusada sexualmente, hace ocho años, por quien era mi pareja. Hoy no sabemos dónde está él porque cuando concurrimos a hacer la denuncia, la fiscalía nos aconsejó que no hiciéramos tanto quilombo, pero hoy estamos acá porque hace meses que realizamos la denuncia y todavía no sabemos nada”.
El abuso que sufrió la niña es perpetrado por Mansilla cuando Alejandra estaba en su trabajo: “Cuidaba a mi nena que no es su hija, y abusaba sexualmente de ella. Pero además hizo lo mismo con mi hermana, que en ese entonces tenía 15 años de edad (hoy Mariana tiene 24 años) y cuidaba a Paloma. Tras sufrir ese abuso decide no estar más con mi hija, y ahí Maximiliano comienza el abuso hacia mi hija”.
¿En qué momento ese abuso extendido se quiebra? La pregunta es porque se pretende que la víctima realice automáticamente la denuncia como si tamaño hecho se asemejara al robo de un celular
Bueno, justamente se tiene que naturalizar de esa manera como si fuera el robo de un celular. El abuso sexual es más tabú todavía, mayor aún si es entre varones, por lo tanto nosotras proponemos es que la gente empiece a contar lo que pasa. Si enseñamos a las personas que hechos de esa magnitud no pueden silenciarse podemos achicar mucho el número de abusadores y de abusados.
¿Dónde vivía cuando pasó todo esto?
En Cortejarena, barrio Gaona, cerca de la Escuela Sagrada Familia de La Reja.
AUDIO 1 ALEJANDRA
Mansilla, tu ex pareja, ¿te golpeaba?
Era violento físicamente pero nunca había llegado a un abuso sexual o una violación conmigo…
¿Pudiste hacer una denuncia por esa violencia?
No, siempre busqué trabajarlo yo y entender que tenía que alejarme de esa persona, pero cuando me enteré del abuso sexual contra mi hija realicé la denuncia. Esto sucedió a principio de año…
En fiscalía, ¿te sentiste escuchada, contenida o bien resultó un trámite expulsivo?
En ese sentido no me puedo quejar, te escuchan y automáticamente es rápida la atención pero lo que es lento es la justicia. Para mí hay pocas personas para el trato que se le tiene que dar a estas situaciones.
La causa penal existe pero no se lo busca, ¿es así?
Así es, pero con decirte que nosotros estamos más cerca de ubicarlo que la justicia. Ahora decidimos sacarlo a luz, que se sepa y que nos ayudemos. Quiero subrayar que fue mi familia quien me enseñó que no hay que callar nada. Mi hija no me contó lo que sufrió, no porque tenía miedo sino porque no me quería hacer sentir culpable ya que él era mi pareja, pero cuando Paloma me lo contó no me enojé sino que me dio fuerzas para luchar. En cierta forma fue mi responsabilidad de exponerla ante esa persona pero el culpable es él.
¿Qué edad tiene tu hija?
Hoy tiene 15 años.
AUDIO 2 ALEJANDRA
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