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TODO ESTÁ MUY CERCA –

Una nota lleva a varias consultas. Una carta conduce a entrevistas que producen anonimatos como conducta racional, fruto de las evidencias: la justicia es lenta y la policía espera las órdenes para intervenir.

Una pregunta pone en marcha varias respuestas que instalan nuevos interrogantes, pero todos atravesados por el miedo y el fétido aroma de la impunidad.

En Barrio Arca no hay pasajes bíblicos que los vecinos quieran contar. En esa zona distante a nueve cuadras de la estación y a diez de la Comisaría Moreno 1ª, se agiganta la inquietud. Dicen que casi todas las casas del barrio fueron asaltadas pero, como ocurre con las reglas, hay dos excepciones. ¿Alcanza con eso para deducir quiénes son los que activaron la máquina de ilícitos?

Una mujer indica en un papel que las dos únicas viviendas que están indemnes son los sitios donde nacen las operaciones que someten al barrio. Alguien, tímidamente, asegura que un hombre vio a quienes “trabajan en la zona” y desde ese momento sobrevive bajo amenaza.

Los hechos se suceden, las denuncias se acumulan, la justicia tarda, la policía espera órdenes. Ningún allanamiento y ningún detenido. Mientras tanto los vecinos ya saturados empiezan a hablar de actuar, de romper el cerco que los paraliza. Cuando las voces producen consenso nace el esbozo de incendiar una de las casas donde estaría la banda que monitorea el barrio Arca. Eso sería la crónica de una reacción anunciada.

Son tiempos confusos. El barrio, siempre tan tranquilo, ahora entre la “sensación de inseguridad” del robo cotidiano y el olor nauseabundo del agua estancada del Río Reconquista, en noches de calor y de sequía, se ha vuelto invivible y los vecinos, a nueve cuadras de la estación y diez de la comisaría empiezan a perder la paciencia.

No se resignan a perder lo que logran con su trabajo en manos de quienes impunemente registran quién se fue de vacaciones, a qué hora sale a trabajar, a qué hora vuelve y con quiénes viven.

El ánimo se espesa, como el agua del río y el olor del ambiente que lo impregna todo.