Por Naturalaleza de Derechos (en la foto, Juan Cabandié, Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, en el delta del Paraná)
Pavadas no, Cabandié. No es su función estar ahí, en el marco del Sistema Federal de Manejo del Fuego, integrado por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) hay profesionales preparados para ello, hay una estructura estatal con personal técnico especializado con un presupuesto asignado, como lo son las Brigadas Nacionales que constituyen la reserva nacional de combate del fuego, las mismas están dotadas de una estructura y funcionalidad que permitan asistir a las jurisdicciones locales y brindar una pronta respuesta para el control de incendios, con medios adecuados y proporcionales a la magnitud de éstos, a la par, hay centenas de cuerpos de bomberos voluntarios o dependientes del Estado. (LINK)
Sus funciones principales, entre otras, son dictaminar, asesorar y proponer al Poder Ejecutivo politicas en materia ambiental. Es cierto, lleva apenas un poco mas de 6 meses en su cargo como Ministro de Ambiente de la Nación.
Pero en este poco tiempo le bastó para ratificar en su totalidad el dibujado y altamente regresivo Plan de Acción Climática, diseñado por el anterior Secretario de Ambiente de la Nación, sin participación ciudadana y consensuado con todos los sectores extractivistas, para amoldar los ajustes de las actividades mas problemáticas en emisión de GEI (Gases de Efecto Invernadero) a los intereses de las grandes corporaciones (entre ellas, las del agronegocio).
El Plan de Acción Nacional de Agro y Cambio Climático (LINK), precisamente, ignora maliciosamente todos los impactos del agronegocio en su proceso completo desde hace 30 años al cambio climático y en el ambiente, con +66 mil millones y 6 mil millones de litros y kilos de fertilizantes sintéticos y agrotóxicos, respectivamente, esparcidos en toda la Argentina y la deforestación de mas de +8 millones de hectáreas de montes y bosques, que incluye a las del Delta del Paraná, a través de incendios devenidos en una práctica normal de la agricultura.
Esa práctica nefasta, de la cual el Plan de Acción Climática de Bergman ignoró y minimizó deliberadamente, y que Cabandié ratificó a libro cerrado. Hay que reconocerlo, Cabandié y Bergman, se parecen bastante en muchas cosas, hasta en el mal gusto de disfrazarse, uno disfrazado de planta faltándole el respeto al reino vegetal, el otro disfrazado de vende humo, burlándose de la Pachamama, justo en su propio día.
Fuente: Naturaleza de Derechos
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