La Junta Interna de ATE Moreno quedó en manos de toda la oposición que fue unida a las urnas y venció al aparato oficial – estatal marielista. Un voto resultó la diferencia que consagró a quienes deben escuchar, atender y acompañar a afiliados /as, también a aquellos que sin vinculación gremial padecen los mismos efectos de la patronal que ajusta.
Pero a un mes de aquel resultado, que corresponde a un hecho democrático, el gobierno del Secretario General Walter Cravero exhibe la fuerza abroquelándose en el escudo de «el enemigo principal es Milei» y todo aquel que no lo entienda es «funcional a la derecha», lo que parece habilitarlo a prácticas impropias como desconocer a los compañeros /as de Junta Interna que «tienen prohibido ingresar a la sede gremial de la calle Piovano» que en honor a la modernidad incorporó video cámaras para registrar todo. Pesaría sobre ellos una denuncia por «violencia» sin notificación a la vista.
Juan Tejerina y Adrián Cravero, electos como Junta Interna de ATE Moreno desarrollan las denuncias hacia la conducción antidemocrática que convirtió al sindicato en una especie de «unidad básica del gobierno de Mariel Fernández»:
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