BARRIO 25 DE MAYO –
Por razones que asisten al análisis metodológico del gobierno, ese barrio histórico de la zona Norte no encuadra en el de mayores necesidades o vulneración. El distrito en la amplitud geográfica que ostenta produce, desde la solidaridad, fueguitos que cocinan aquello que se consigue.
Mara Villalba tiene en su historia una conducta de crítica y valoración de la palabra. Acompaña procesos y toma posición, aunque no le impide desde la práctica construir una teoría dinámica. Su presente, junto a otros y otras vecinos y vecinas, tiene un sentir de tristeza por el hambre presente en su magnitud… porque el hambre es un crimen: «Esta olla nace de la necesidad del barrio, de la comunidad, nos organizamos un grupo de vecinos que militamos desde diferentes organizaciones y trabajamos en el barrio también. Nos juntamos en el club, en primera instancia nació todo con donaciones, con lo que conseguíamos, poniendo de nuestro bolsillo para comprar la carne, el pollo para hacer la comida. Recibiendo esto de que el hambre es un crimen, si, el hambre no espera, los nenes no esperan y las familias tampoco. Decidimos organizarnos, empezar esta olla que no es un orgullo para nosotros, la verdad es una necesidad salir a hacer esto para la comunidad. Los que estamos en la olla estamos en el barrio y sabemos lo que necesitan los vecinos«.
¿Armarlo desde el barrio significa que no esperan recursos del Estado o los solicitan y no han llegado aún?
Nosotros lo armamos desde el barrio, siempre organizamos y no esperamos, tratamos de hacerlo nosotros pero si colaboran bienvenido sea. El Municipio nos comenzó a colaborar con lo que es seco, arroz, fideos, arvejas, lentejas, pero la realidad es que tenemos que conseguir lo otro, el dinero para la garrafa, comprar leña, la carne, las cosas que surgen, como la sal. El primer día fue como organizarnos bien y ver detalles que al cocinar faltan, ahora estamos más organizados.
¿La olla se hace todos los días?
Los días martes, jueves y sábados pero se hace para que la gente tenga la cena, nos juntamos a las 16:30, las 17 se recepcionan los tupper y la cantidad que ponen las familias para que no se acumule gente y a las 20 horas vienen a retirar la comida con barbijos y todas las medidas preventivas por el tema del COVID-19
En barrio 25 de Mayo que tiene una dilatada historia política y con personas que han sido protagonistas de lo local ¿hoy lo ves presentes, actuando, diciendo “aquí estoy”?
Hay muy poca presencia, yo soy de decir las diferencias por más que seas del partido que seas, decir en lo que no estás de acuerdo está bien porque es constructivo. Tenemos otra vez el problema de Lamadrid que está toda rota, como siempre tiran los cascotes pero no arreglan nada, la iluminación y todo, pero la verdad es que en esta situación así soy crítica de no salir a reclamar ciertas cuestiones que hay, como el asfalto roto, la iluminación, la falta de seguridad y un destacamento que no funciona. Seleccionar los barrios como para prioridad en algunos, eso tampoco lo veo bien.
La definición que me das sobre seleccionar ¿qué te provoca como dirigente, militante, vecina de barrio? ¿A criterio de qué o a partir de que se selecciona?
Me parece una gestión un poco sectaria en esos términos, las necesidades del hambre no se seleccionan, tienen que estar incluidos todos los barrios de Moreno.
Hay un Comité de Emergencia que trabaja para que no se produzca lo que vos estás diciendo
Sí, me invitaron y estoy participando del Comité de Crisis/Emergencia de Moreno norte
¿En esas reuniones en Moreno quedó patentada esta selección o discriminación?
Si, lo plantearon, nuestro barrio no era uno de los seleccionados por el tema de las ollas populares, eran otros barrios los que tenían más necesidades supuestamente.
Por eso te preguntaba en esa charla donde se seleccionan los barrios ¿Cuál es el argumento para decir Villanueva es más prioridad que 25 de mayo? ¿Cuáles son los parámetros que se toman?
Los parámetros son supuestamente por gente que llamó a Desarrollo Social o que enviaron mensajes de que necesitan mercadería, tienen un relevamiento de los barrios que necesitan más ayuda.
Es demasiado frágil el argumento, hay hambre en todos lados.
El hambre no discrimina, el hambre es para todos por igual.
¿Hay un menú de las ollas?
De acuerdo a la mercadería que tenemos vamos armando, tratamos de no repetir, pero la realidad es esa. Lo importante para nosotros, la prioridad, es que los vecinos tengan algo aunque sea tres veces por semana en su mesa para llenar. Cocinamos con amor, como para uno, si hacés una olla tenés que tener la responsabilidad de hacer las cosas como para uno, así es dar a la gente sino es como dar lo que nos sobra y eso no es nuestro criterio.
La sensación es que no te da alegría tener que dar o promoviendo ollas sino que nos tiene que generar algo de tristeza… ¿Qué es lo que pasó antes para llegar a esto? Por supuesto que una pandemia inesperada, pero se abrieron las puertas de un closet que estaba cerrado por momentos.
Creo que en lo económico veníamos mal, lo sabemos que pasó en el gobierno anterior y esto detonó todo, más en el distrito de Moreno con las malas gestiones que tuvo tiene que ver con esto también.
No te da alegría la olla
No, la verdad es una tristeza, te encontrás con vecinos, familias del jardín y tratamos de colaborar con lo que una puede, dando el aporte solidario. Uno es solidario y lo que remarcamos acá es no sacar fotos con el tupper o al recibir la comida, es algo deshonesto para mí políticamente, pero prima la solidaridad y nos entristece la situación a todos.
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