SANDRA Y RUBÉN PRESENTES, UN MENSAJE QUE CRECE TODOS LOS SÁBADOS –
Constanza recibe la noticia que el vínculo construido con la comunidad antes y después de las muertes de Sandra y Rubén, ya no tiene espacio institucional. Ella decide continuar el reclamo laboral trabajando en el campito que ya es parte de la Escuela N° 49. Ella sigue adelante porque no tiene dudas en sostener los principios y valores que dejó Sandra. «La indiferencia es complicidad» expone en clave de crítica Constanza, más conocida como Coco.
Mariano afirma que lo que ocurre desde el mes de marzo debe ser entendido como parte del ajuste macrista y vidalista que vacía la educación pública. Esa pelea sabatina revela el compromiso territorial que impacta contra los mandatos institucionales. A más de un mes del trabajo de resistencia en el campito ninguna autoridad de la escuela 49 se presentó a estar con los talleristas, madres y niños que hacen que el patio siga más abierto que nunca. «Puedo entender que los directivos estén cansados pero no justifico sus ausencias. Cada sábado están con nosotros más de 70 chicos /as que vienen a comer y estar ahí en todo momento, por lo que sería muy importante que nos acompañen. En cuanto a los docentes creo que actúan en función a lo que los directivos establecen y no pasan por encima de la autoridad jerárquica».
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