Los sindicatos combativos, que vienen luchando por el salario y contra los despidos tanto en el Estado como en el sector privado, las organizaciones piqueteras que pelean contra el recorte a comedores y programas sociales, las asambleas populares y de la cultura que surgieron al calor de enfrentar la ofensiva del gobierno de Milei, estudiantes y docentes que vienen de la multitudinaria movilización universitaria, y los partidos de izquierda que ganan las calles ante cada intento de avanzar contra el pueblo, participaron de la marcha de la CGT y las CTAs de este 1 de mayo con una columna independiente de las conducciones de las centrales sindicales exigiendo un paro activo nacional y un plan de lucha.
En la convocatoria a movilizar al Monumento del Trabajo, se encolumnaron tras una bandera con la consigna “Ningún pacto, no a la reforma laboral, paro activo y plan de lucha”, expresando así una diferenciación con el rumbo de pasividad de la dirección cegetista ante la media sanción de la antiobrera Ley Bases, los cierres de dependencias públicas, la intervención gubernamental contra los salarios y los beneficios a las patronales.
“La CGT y las CTA no pueden estar en el camino del pacto con un gobierno reaccionario, tienen que estar en el camino de poner de pie a la clase obrera que es la única que le va a poner fin a esto”, declaró desde la marcha Vanina Biasi, delegada general de los no docentes de la Facultad de Sociales y diputada nacional electa del Frente de Izquierda.
“Vamos por un paro activo para que millones de trabajadores de la clase obrera argentina, atendiendo nuestra historia, derrotemos a Milei, la reforma laboral y toda la ofensiva antiobrera”, agregó Nestor Pitrola, dirigente del Partido Obrero.
Romina Del Plá, diputada del PO-FITU que denunció desde su banca los acuerdos contra el pueblo, subrayó que “el Congreso dio media sanción a leyes negativas para los trabajadores: la reforma laboral, la eliminación de la moratoria jubilatoria y la reinstauración del impuesto al salario, medidas que hubieran merecido que hubiera un paro general”.
En la misma tónica, Nora Biaggio del Plenario de Trabajadores Jubilados, remarcó que “hay más de cuatro millones de jubilados por moratoria porque desde Menem a la fecha acá impera el trabajo precario. La Ley Bases aniquila el derecho a jubilarse”.
Luego de la movilización, la columna independiente se dirigió a la Plaza de Mayo para realizar allí un acto, frente al centro del poder político de la nación, donde quedó sentado nuevamente el reclamo por un paro activo y un plan de lucha, en el camino de la huelga general hasta enterrar la motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI. Al llegar, debió sortear un cerco represivo montado por la Gendarmería y la Policía Federal, bajo el comando de Patricia Bullrich. El legislador porteño Gabriel Solano lo denunció como un operativo de intimidación, que por supuesto no logró impedir la realización del acto.
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