ENCUENTRO REGIONAL DE MUJERES, LESBIANAS, TRAVESTIS, TRANS, INTERSEX, NO BINARIES DEL CONURBANO OESTE Y NOROESTE –
Femineidades ocupando las calles, las aulas y las plazas. Se encuentran para exponer lo evidente: la deuda es con nosotras. Una deuda histórica pero que lejos está de saldarse, mientras se sigan ajustando los presupuestos para aquellas que necesitan protección, contención y acompañamiento ante la violencia. Habrá deuda mientras las tareas de cuidado, las ollas comunitarias y el sostén de los hogares y las niñeces sigan considerándose actos de amor y no trabajo remunerado.
Mujeres que en las calles y en el caminar junto a otras encuentran el refugio que durante años de silencio y encubrimiento les fue negado. Marchando codo a codo celebran la alegría de encontrarse y gritan por las que ya no se encuentran mas. En las pancartas el reclamo sintetiza el camino recorrido y marca el sendero que falta conquistar.

Aquellas que caminaron mucha vida alrededor de una plaza en búsqueda de aquello que a la fuerza se les arrebató dejan mensajes como: «Tenemos que luchar todos los días, respetarnos aunque cada una piense diferente, tenemos que respetarnos para poder pelear contra el capitalismo y el fachismo salvaje, que hay mucho. Fuerza.» (Nora Cortiñas)
Son las que se atreven a cuestionar los lineamientos, a profundizar sobre lo que las urgencias no permiten dudar las que afirman: «por un lado se puede ver que hay muchos cuerpos, muchas consignas y una socialización de temas como el aborto, el género, los queers, pero por otro lado hay una gran asimilación de los aparatos del Estado. Hay policías femeninas, ministras injustas y fuerzas que defienden a los pedófilos. Hay causas armadas que fueron hechas por mujeres. Nos piden que no seamos críticas porque son mujeres, por el feminismo o nos dicen burocrática y demagógicamente que todo lo que exigimos ya está bajado en Ministerios, como el de Mujeres, o en planes sociales o instituciones barriles, pero ¿cuántas Zaira Mamani hay en el fondo de los barrios? Sin vecinas que digan «tenemos que hacer algo», con familias que las van a condenar a quedarse encerradas, las van a matar a golpes. La calle y la crítica es la forma de hacerle frente y tener una vida digna.
«No abandonemos la lucha… no solo se logra en las leyes».
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