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Se realizó el sábado pasado la Varieté de Emergencia Habitacional «NO AL DESALOJO en el Barrio La Bibiana II». Más de 150 familias y cerca de 250 niños y niñas luchan por un pedazo de tierra para vivir. Se organizan para resistir. Construyen paso a paso su identidad y la unión de las vecinas y los vecinos. Por corresponsal en territorio.-

LA CULTURA CONSTRUYE CONCIENCIA COLECTIVA DE LUCHA

Antes de la Varieté se realizó una caravana para invitar a las niñas y niños de los barrios aledaños repartiendo volantes y hablando con la gente que se acercaba, cantando y disfrutando de las ocurrencias de Nave, Rafaela Chihuahueña, Limoncito y Chocho de Contento.

Al volver siguió el espectáculo: Varieté de Emergencia Habitacional. Los niños y niñas se rieron y compartieron leche con galletitas.


ORGANIZACION INTERNA Y COORDINACION CON LA SOLIDARIDAD

También se hicieron presentes ese día y a la misma hora el Ceprodh, organismo de derechos humanos ligado al PTS. Desplegaron su bandera y asesoraron a las vecinas y vecinos del barrio. Se comprometieron a seguir asesorando y eventualmente patrocinar a las vecinas y vecinos de ser necesario. Además la militancia del PTS llegada en gran número en autos y camionetas repartieron ropa y mercadería. También instalaron una posta sanitaria y brindaron atención médica.

Por todo esto la actividad de la Varieté tuvo que comenzar una hora y media más tarde de lo previsto ya que los vecinos y vecinas desconocían de la realización de la jornada solidaria impulsada por el Ceprodh.

Luego de la Varieté se realizó una radio abierta. Se escucharon audios relativos a la lucha que estan llevando adelante otras tomas de tierras como la de Guernica, barrio Los Ceibos de La Matanza y el pueblo Mapuche en el sur. Las vecinas y vecinos hicieron grupalmente una breve evaluación de la actividad. Para ese momento las camionetas y autos y todos los militantes, abogados y profesionales hacía rato que se habían ido. Ya eran más de las 6 de la tarde y el frío y el viento iban cerrando la jornada.

Un interrogante flotaba en el aire primaveral: cómo fortalecer la unión real, comprometida del barrio, para poder llevar adelante acciones contundentes y colectivas de confrontación al poder, a la vez que se coordina con actores, organizaciones sociales y partidos, que acercan la necesaria solidaridad sin que esta perjudique a aquella. Para seguir pensando…

Mientras, el municipio, implacable, con el acompañamiento de la justicia y la policía, se aprestan a desgastar con negociaciones en pequeños grupos para liberar el predio cuanto antes ofreciendo lo menos posible. El barrio La Bibiana II se organiza y resiste.


ALGO DE HISTORIA

Desde noviembre del año pasado la toma fue convirtiéndose en un barrio. En esa historia hubo y sigue habiendo amedrentamientos por parte de las fuerzas de seguridad, amenazas de la justicia y manipulaciones del estado municipal conducido por Mariel Fernández. Todo esto en un armado concertado para garantizar un MORENO SIN TOMAS.

Con mucha dificultad, y en la soledad, algunas vecinas y vecinos intentaron construir redes con otros y otras de los barrios aledaños y así pudieron hacer frente a los apremios ilegales de las fuerzas de seguridad y las torturas. También pudieron articular un principio, un lema «La tierra no se vende». Y corriendo grandes riesgos pudieron retirar de la escena a los inescrupulosos que hicieron negocios, excluyeron del barrio a los violentos, a los que trafican con el miedo.


Ver: «La gente salió genuinamente a la ruta porque está cansada de los tiros» LINK


Con mucho esfuerzo, diálogo, roces y discusiones al interior finalmente pudieron ponerse de pie y fueron saliendo iniciativas de lucha cortando la ruta 23 en varias oportunidades y tendiendo redes con organizaciones y partidos polìticos. Se realizó una multitudinaria marcha en la que las mujeres, las niñas y niños fueron protagonistas. Exigieron al municipio que garantice su acceso a una vivienda digna que es lo que corresponde, haciendo frente y denunciando de esta forma la política de manipulación, abuso y desinformación que implementan los funcionarios municipales.


Ver: Movilización al Municipio por un lugar para vivir. LINK


De a poco la decisión de resistir el desalojo, codo a codo, vecina con vecino se fue haciendo carne y espíritu de resistencia. Un grupo de mujeres fue tomando la palabra para colectivamente dar cuenta de cómo es vivir en la exclusión más absoluta, en la calle o en una casa presa de la violencia machista. Dan testimonio de historias de abandonos por parte del Estado de niñas y niños, excluídos de todo acceso a los derechos humanos más básicos, ese Estado municipal, provincial y nacional que los abandonó y los sigue abandonando, sin distinción de colores, sin importar si es amarillo o celeste y blanco. Y aunque la mismísima constitución obligue a estos estados a actuar, casi el 50 % de las familias del barrio son mujeres con sus niñas y niños haciendo evidente la vulneración de todos los derechos. Las mujeres se plantan y lo denuncian.

Algunos vecinos hombres se sienten interpelados, sin embargo comprenden o intentan comprender que la lucha por la tierra incluye a las mujeres en un rol activo y protagónico. Porque esta lucha se modela en un contexto patriarcal pero de firme ascenso feminista con todas sus implicancias: las libertades desatadas por un lado y las resistencias a la transformación por otro.


Ver: Sueñan las nadies. LINK


Por eso trabajar en la organización con un protagonismo de vecinas y vecinos es comprendido como la base para toda lucha. La Varieté que se realizó el sábado es importante porque de pequeños pasos se hace el camino a la unión comunitaria para luego saltar y salir a la calle todas y todos juntos.