“La nueva gestión no está haciendo nada”, se oye una y otra vez sobre Jorge Macri en los barrios populares. Desgrabé la entrevista con Pauli Burgos, de la Villa 31, a oscuras poco antes de hablar con Nely Vargas, de Zavaleta, quien también mencionó la falta de energía en su barrio. Al día siguiente, tras llamar a Angélica Urquiza, de Villa 20, me enteré que en su comedor estaban haciendo la cena para 230 personas también sin luz. Cuatro villas que en la primera semana de enero la remaban en una evidente crisis en la gestión de la energía de la Ciudad de Buenos Aires.
A mitades de noviembre, un nuevo incendio mató a dos vecinos de la Villa 31. Una de las víctimas fue Georgina, madre de tres niños, cuyas últimas palabras fueron por teléfono: «Acá en casa se incendia todo, me estoy ahogando, la pieza está llena de humo y no viene nadie. Llamé a los bomberos y no viene nadie». Fue producto de un cortocircuito de los cables enredados, típico de nuestros barrios. Esta vez fue en el «Sector Güemes» del también conocido como Barrio Padre Mujica.
Pauli, integrante de la organización transfeminista «La Territorial», expresa que por ahora los cortes de luz son esporádicos pero que la preocupación está latente: «Dicen que habrá cortes programados y no sabemos cómo puede impactar en el barrio eso». Los peligros de la enredadera de cables muchas veces son naturalizados hasta que muere otro vecino: «¿Cuánto más tenemos que esperar para que cambie esto? Este cambio de gestión es preocupante porque Macri no está haciendo nada».
El abandono en este barrio, donde hay un gran avance en urbanización, no extraña a la comunidad. «Creo que es un contagio de lo que pasa a nivel nacional, con los recortes del presupuesto», dice Pauli. «Es cierto que, a la par, hay poca conciencia del consumo en los barrios sobre la luz y el agua. La gente usa tanto que colapsa, pero en el fondo todo tiene que ver con la falta del Estado».
Por otro lado, en febrero se cumplirán 15 años de que la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) -empujada por la organización vecinal- denunciara ante la Justicia al Gobierno de la Ciudad por las pésimas condiciones en la Villa 21-24. El control de la ejecución de la medida cautelar dictada está a cargo de la jueza de la Ciudad Elena Liberatori, y se suponía que el foco estaría sobre todo en sectores como «Tierra Amarilla» donde el riesgo eléctrico sigue a flor de piel.
Catalina Marino es coordinadora del Programa de Derecho a la Ciudad de ACIJ. Contó que el mismo gobierno porteño expresó que para resolver el problema en este barrio se necesitaría al menos 34 centros de transformación, que lo iban a hacer en cuatro etapas: «En los últimos tres años solo han colocado seis, incluso para los propios estándares del Gobierno están incumpliendo, a 15 años de la denuncia».
En 2018 se realizó un relevamiento en 706 viviendas, de las cuales 300 tienen un riesgo crítico-alto y tras unas improvisadas obras dejaron de atender el barrio con la llegada de la pandemia. Esto fue porque Gilda Cañete había fallecido electrocutada mientras sacaba agua de su pasillo inundado ese mismo año.
Sin agua en la ciudad más rica del país
Cada barrio tiene sus particularidades sobre la falta de gestión e infraestructura del agua. Angélica Urquiza, del Comedor El Enano en Villa 20 de Lugano, señala que los que peor la pasan son las manzanas de la 23 a la 29 donde sin falta tienen que entrar camiones para llenar tanques o para poder desagotar las cloacas con grandes mangueras. En Zavaleta Nely Vargas, del Comedor Evita, se preocupa porque no hay un trabajo real del gobierno para los diferentes escapes de agua que hay: «No se quieren hacer cargo, hay escapes de agua por todas partes en grandes cantidades y todo va debajo de las casas». Y en «La Veredita», barrio que está en Soldati frente a Villa Fátima, los vecinos pudieron tener cañerías solamente gracias a la gestión de organizaciones sociales y la iglesia local pero aún no hay un sistema formal que resuelva sus problemas de fondo.
https://revistacitrica.com/las-falencias-en-las-villas-de-la-ciudad-de-buenos-aires-en-verano.html
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