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Ramiro Joel Sosa (25) recibió la pena máxima establecida en el Código Penal por el crimen de la mujer cuyo cadáver apareció, tras 10 días de intensa búsqueda, en un descampado límite entre Moreno e Ituzaingó, a metros del Camino del Buen Ayre. “Los hijos ahora tienen el consuelo de que al menos se hizo justicia”, afirmó la prima de la víctima tras escuchar la sentencia.

La primera nota periodística sobre la búsqueda de Susana Cáceres fue publicada por Primer Plano Online allá por el 13 de noviembre de 2022. Bajo el título “Desesperación e incertidumbre en la búsqueda de una joven mamá que falta de su hogar desde el martes”, este medio se hizo eco de un pedido familiar en torno a una mujer de 42 años que no había retornado a su vivienda, en la que convivía con su beba, de 18 meses, y su mamá, una persona con problemas motrices.

Tal como es el estilo periodístico que caracteriza al diario, el artículo que cierra la historia también es fruto del trabajo de sus cronistas. En este caso con la lectura del veredicto condenatorio contra Joel Ismael Sosa, alias ‘Yagui’, el hombre de la visera rosa que, casi seis meses después del crimen, se supo de quién se trataba.

Para hacer un breve repaso del caso, que estremeció a la opinión pública, a Susana la hallaron asesinada la tarde del 18 de noviembre de aquel año. Hacía varios días que sus restos estaban allí, presumiblemente desde el mismo día en que sus allegados la vieron por última vez, el 8 de ese mes, cuando cerca de las 15.30 se retiró de su casa con Sosa.

Caminaron juntos e ingresaron, tras cruzar la senda peatonal del puente Roca, al descampado ubicado sobre colectora norte de la autopista del Buen Ayre, en su cruce con avenida Roca. Eso todavía es territorio de Villa Udaondo, en Ituzaingó, pese a que la mujer vivía en Moreno. Son 50 metros los que dividen distritos. Hubo un elemento que resultó clave para la investigación y esclarecimiento posterior: el femicida llevaba a pie consigo una bicicleta tipo Mountain Bike de mujer con asiento de niño en la parte trasera.

El hallazgo del cuerpo diez días después

Ya en el interior del predio, en un rango horario comprendido entre las 19.15 y con anterioridad a las 20.26 de ese día, la justicia logró comprobar que el asesino “desplegó una desmedida violencia” sobre Susana: le ocasionó múltiples hematomas en rostro y un traumatismo encefálico grave que la llevaron a la muerte. Además, se aseguró ese resultado estrangulándola y apuñalándola. Después de eso, le robó dinero en efectivo que la víctima llevaba en la riñonera y la visera rosa de la mujer, para escapar a bordo de la bicicleta.

La investigación del hecho tuvo varios vaivenes, incluso sospechosos que no tenían nada que ver con el caso y hasta rastros tomados por perros especializados en búsqueda de personas. Hasta que finalmente sus restos fueron hallados en el mismo lugar en que fue asesinada, en un estado de putrefacción que daban cuenta de la cantidad de días que llevaba sin vida.

Seis meses después del crimen, la fiscal Luisa Pontecorvo y su equipo de trabajo encabezado por el secretario de la UFI Nº 3 de Moreno, Pablo Córdoba, luego de revisar cientos de horas de filmaciones y tomar testimonios de conocidos de Susana, lograron descubrir quién era el ciclista. Y detectaron un dato crucial para la investigación: videos cruzando el puente Roca en la bicicleta con la que llegó al terreno del crimen y luego pedaleando con la visera rosa de la víctima. Evidencia lo suficientemente contundente como para avanzar en la pista.

Luego de identificarlo, la justicia ordenó un allanamiento en su casa de la calle Tres de Octubre al 2200, en la localidad de Villa Udaondo de Ituzaingó. En su poder inspectores de la DDI secuestraron la bicicleta en la que quedó filmado horas antes del crimen y la visera rosa perteneciente a la víctima. En su declaración ante la fiscal, pese a que negó su participación en el hecho se ubicó en el lugar del crimen. Además, tenía antecedentes penales de intentos de abuso dentro de su propio entorno familiar.

El veredicto condenatorio

Después de las audiencias de debate, los jueces Juan Carlos Uboldi (que tuvo a su cargo el fundamento del voto), Claudio Chaminade y Julia de la Llana, del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón, condenaron a Sosa a prisión perpetua en orden al delito de homicidio agravado criminis causae por haber sido ejecutado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y por su comisión con ensañamiento por el uso de arma, y robo agravado por el uso de arma.

Coincidieron en el veredicto con lo solicitado por el fiscal del juicio, Leonardo Lisa. Y un dato: la jueza de la Llana reemplazó a Mariana Maldonado, que se excusó de participar en el debate porque su hermana, Clara Maldonado, fue la defensora oficial de Sosa. Y, si bien la instrucción estuvo a cargo del Departamento Judicial Moreno, como el hecho ocurrió en Ituzaingó fue declinada la competencia a Morón.

Después de escuchar la sentencia, leída por el secretario del tribunal, la prima de Susana se manifestó satisfecha con el resultado del debate. “Los hijos ahora tienen el consuelo de que al menos se hizo justicia”, afirmó Adriana en conversación con Primer Plano Online. Graciela, amiga de la fallecida, completó: “no existe la felicidad después de lo que le pasó a ella, pero al menos podemos confiar en la justicia”.

FUENTE: PRIMER PLANO